Te cepillas los dientes varias veces al día, cuidas otras partes de tu boca – lengua y encías -, acudes a tu dentista al menos una vez al año… En definitiva, crees que tienes la mejor salud dental posible. ¿Estás seguro? Siempre se puede mejorar en algo, ¿no? ¡Con la salud de tu boca pasa lo mismo!¿Cómo puedes mejorar tu salud dental? Desde Clínica Qualitas, tu clínica dental privada en el centro de Madrid, vamos a contarte cómo puedes lograrlo con tan sólo 3 sencillos pasos.No tengas prisa en lavarte los dientes¿Eres de los que corre al aseo inmediatamente después de comer a cepillarse los dientes? ¡Echa el freno! ¿Cómo? ¡Si toda la vida te han dicho que los dientes hay que lavárselos después de cada comida! Es correcto, no podemos negarlo, pero si lo haces justo después de comer, le estás haciendo un parco favor a tu sonrisa.¿Por qué?El pH de nuestra boca suele estar en 7 (pH neutro), sin embargo, cuando bebemos o comemos este pH disminuye y tarda un poco en volver a su nivel normal. Si te cepillas los dientes inmediatamente después de comer, lo único que consigues es frotar el ácido generado por la ingesta de alimentos por toda tu boca.Este ácido debilita el esmalte de tus dientes, lo que te hace más propenso a padecer caries. Debes esperar entre 20 y 30 minutos a que el nivel de pH de tu boca regrese la normalidad (¡gracias saliva!) antes de poder lavarte los dientes.¿No puedes esperar? Enjuaga tu boca con agua, para que tu pH se normalice (podrás cepillarte los dientes después), o mastica chicle sin azúcar para fomentar la segregación de saliva.Tu cepillo de dientes no es como el vino, no mejora con los años¿Cuándo fue la última vez que cambiaste tu cepillo de dientes? ¿Le coges tanto cariño que no te deshaces de él a menos que se encuentre al borde de la desintegración? ¡No te permitas llegar a ese extremo!Casi todos los cepillos dentales del país tienen como lugar de residencia un vaso en un aseo de casa y tienen como compañeros de piso a otros cepillos. Piénsalo por un momento: tu cepillo de dientes vive en un lugar cálido y húmedo rodeado de otros cepillos dentales que limpian todos los días (o al menos deberían) una boca que no es la tuya… Las bacterias se multiplican.
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